INTRODUCCION
A nivel
mundial, el tema de las personas con problemas psiquiátricos siempre es dejado
en el olvido ya que no consideran necesario el cuidar de estas personas puesto
que piensan que son inservibles. La mayoría de las personas con
problemas psiquiátricos han sido abandonadas por su familia y olvidadas por las
iglesias y la sociedad. Nicaragua es el único país que cuenta con un
solo hospital psiquiátrico en Centroamérica (como es el caso de Guatemala y El
Salvador que cuentan con 2 hospitales psiquiátricos), (Rodríguez, Barrett, Narváez, Caldas, Levav, &
Saxena, 2007), el cual funciona a nivel nacional y se
encuentra ubicado en el km. 5 de carretera sur, así mismo, éste fue construido
hace 90 años por lo que no presenta las condiciones adecuadas para que esas
personas puedan sanar y reintegrarse al mundo exterior.
Según el doctor Luis Molina Dávila, Subdirector
del Hospital Psiquiátrico “José Dolores Fletes”, actualmente hay tres grandes epidemias que son
motivo de deterioro de la salud mental en nuestro país: «Los suicidios se están
disparando, hay un abuso de sustancias psicoactivas (drogas) y la violencia
dentro y fuera de la familia»
Otra de las razones por la cual es sumamente
importante la construcción de hospitales psiquiátricos, es que actualmente la
demanda en salud mental viene creciendo así como también la cantidad de
enfermos mentales crecerán. (Ayerdis, 2001)
CONCEPTO Y CAMPO DE LA
PSIQUIATRÍA
Psiquiatría. Éste ha sufrido avatares terminológicos, políticos
y científicos a lo largo del tiempo. Nació como alienismo en medio de la Revolución Francesa, se transformó en medicina mental con el crecimiento del campo anatomoclínico
y luego pasó francamente a ser psiquiatría con Kraepelin y Magnan.
Vemos que la psiquiatría es una práctica teórica
altamente tecnificada. Actualmente se le considera la rama antropológica o
humanista de la Medicina. Según el diccionario de Littré, la psiquiatría es la parte de la
medicina que trata de las enfermedades mentales, mientras que la neurología trata a las
del sistema nervioso. Según Jorge Saurí, la
denominación nace en centroeuropa a mediados del siglo XIX, psicosis, psicopatía, psicopatología, psiquiatría crecen
desde un centro creencial común, basado en la idea del progreso ilimitado y en
el avance extraordinario de la ciencia experimental. Para algunos, el término es
utilizado por primera vez por Johann Cristian Reil en 1803. Aquí, y ya en su
origen, la psiquiatría toma como emblemática a la psicoterapia (terapias psíquicas, tratamiento moral, etcétera).
La psiquiatría se ha definido como: Rama de la
medicina, que se ocupa del estudio, prevención, tratamiento y rehabilitación de
los trastornos psíquicos, entendiendo como tales tanto las enfermedades
propiamente psiquiátricas como patologías psíquicas, entre las que se incluyen
los trastornos de la personalidad.
Para la mayoría de los autores, la psiquiatría es
una rama de las ciencias médicas, cuyo carácter científico se alcanza a través de la
psicopatología. Según Jaspers por ejemplo, es una "práctica teórica",
altamente sofisticada que en su esencia técnica es heteróclita, es decir, se
vale de distintos procederes. Desde el punto de vista teórico y más aún
epistemológico, la psiquiatría es heterológica (Castilla del Pino). Se debe a
que siendo una rama de la patología médica, su "corpus" doctrinario
es la psicopatología (y su aplicación práctica, la semiología propedeútica)
siendo su objeto el ser humano en cuanto a la historia de su devenir, siempre sujeto social, ser social
por antonomasia.
Dentro de lo dicho
anteriormente se desprende que la psiquiatría entonces se maneja dentro de un
amplio campo, en estrecha relación con: 1) la patología médica general, 2) la
neurología, con la que comparte una base neurofisiológica cada vez más amplia 3)
la psicología, principalmente en el área de Psicología médica y
Psicopatología Clínica; y 4) la sociología, en la búsqueda de elementos psicopatógenos
ambientales y sociales. Todas ellas se diferencian claramente de la
psiquiatría, pero todas a su vez, mantienen importantes conexiones con el
cuerpo doctrinario de la misma.
Para simplificar su estudio, la historia de la
Psiquiatría según Lían Entralgo se divide en dos grandes etapas, como se
demuestra en la siguiente gráfica:
·
Concepción mágico-animista
·
Era Pretécnica Papiros Egipcios
·
Edad Grecorromana
·
Psiquiatría Precientífica Edad Medieval
·
Renacimiento (1453-1600)
·
Barroco (1600-1740)
·
Era Técnica
·
Ilustración (1740-1800)
·
Romanticismo (1800-1848)
·
Positivismo naturalista (1814-1914)
·
Psiquiatría Científica Actual (1914-.....)
Las antiguas civilizaciones tenían una concepción
mágico-animista o demonológica de gran parte de las enfermedades, en especial
de los trastornos psíquicos. Es así como en Mesopotamia los primeros médicos babilonios fueron los
sacerdotes de Assipu, que se ocupaban de las enfermedades internas y,
especialmente, de las afecciones mentales, que eran consideradas como
posesiones demoníacas y tratadas con métodos mágico-religiosos. Más adelante aparecieron los
médicos "no sacerdotes", que se ocupaban de las manifestaciones
patológicas externas, como curar heridas, utilizando formas más naturales de
tratamiento.
Los egipcios, mucho antes que los griegos,
establecieron en sus templos un tipo de medio ambiente en el cual se estimulaba a los pacientes a entretenerse
con actividades recreativas, como excursiones, conciertos, danzas, pintura y dibujo. Los dos papiros egipcios más importantes
referentes a medicina datan de 1550 a.C. y son el papiro de Ebers y el de
Edward Smith; en este último se reconoce, por primera vez en la historia, al cerebro como "localización de las funciones mentales". Los egipcios describieron el
trastorno emocional denominado luego como "histeria" por los griegos,
atribuyéndolo a una malposición del útero, por lo cual fumigaban la vagina como
tratamiento, con la intención de devolverlo a su posición original.
PSIQUIATRÍA
GRECORROMANA
Los griegos fueron los primeros en estudiar
las enfermedades mentales desde el punto de vista científico, separando el
estudio de la mente de la religión, es decir, atribuyeron las enfermedades psíquicas
a un origen natural, lo cual subsistió hasta fines del siglo XVIII. La medicina
griega buscó leyes universales que pudieran constituir la base de una
ciencia real de la enfermedad, investigando a fondo las
leyes que gobiernan las enfermedades y buscando la conexión entre cada parte y
el todo, la causa y el efecto. Además de los tratamientos somáticos de la escuela hipocrática, los griegos emplearon tres
tratamientos psicológicos: inducción del sueño, interpretación de los sueños (a cargo de sacerdotes) y el diálogo con el paciente.
Hipócrates (460-370 a.C.)
sostuvo que las enfermedades se producían por un desajuste de los cuatro
humores esenciales: Flema, bilis amarilla, bilis negra y sangre. Así, el exceso de bilis negra causaba demencia;
el de bilis amarilla, ira maníaca, y el de bilis negra, melancolía. Pequeños
excesos de estos tres humores y de sangre daban lugar a personalidades
flemáticas, coléricas y sanguíneas. Hipócrates ubicó en el cerebro la capacidad
para pensar, sentir o soñar. También fue pionero en describir y clasificar
racionalmente enfermedades como epilepsia, manía, paranoia, delirio tóxico,
psicosis puerperal, fobias e histeria.
Más tarde Aristóteles (384-322 a. De C.) continuó
con las concepciones hipocráticas acerca de las perturbaciones de la bilis,
mientras que su maestro Platón (427-347 a.C.) consideró que los
trastornos mentales eran en parte orgánicos, en parte éticos y en parte
divinos, clasificando la locura en cuatro tipos: profética, ritual, poética y
erótica.
Los romanos siguieron directrices similares
a las griegas y postularon que las pasiones y deseos insatisfechos actúaban
sobre el alma produciendo enfermedades mentales. Entre sus máximos exponentes
en ésta área se encuentra Celso (25 a.C. - 50 d.C.), conocido como
"Hipócrates latino", quien dividió las enfermedades en locales y
generales; dentro de estas últimas incluyó las enfermedades mentales, que a su
vez las dividió en febriles (delirios) y no febriles (locura). Areteo
(50-130 d.C.), que hizo descripciones clínicas de diversas enfermedades y se
preocupó por el bienestar de los pacientes, encontró que la manía y la
melancolía podían presentarse como parte de una misma enfermedad. Fue el
primero en hablar de personalidades pre-psicopáticas; así, concluyó que las
personas propensas a la manía eran irritables y violentas, en tanto que las
propensas a la melancolía eran de carácter depresivo. Adelantándose a
Kraepelin, sostuvo que el pronóstico es determinante en la naturaleza de la enfermedad.
El médico romano Galeno
(130-200) hizo una síntesis de los conocimientos existentes hasta ese
entonces, convirtiéndose en un sumario, o más bien un epílogo del período
grecorromano, pues a su muerte comenzó la era del oscurantismo.
EDAD MEDIA
Con la caída del Imperio Romano, las prometedoras ideas de las culturas griega y
latina sufren una involución. La Iglesia excluyó a la psiquiatría de la medicina, pero no
pudo abolirla, pues reapareció bajo el nombre de demonología. Así pues,
las enfermedades mentales fueron consideradas como posesiones demoníacas, y la
demonología debía estudiar los signos o estigmas de posesión diabólica. La actitud hacia los enfermos variaba entre el rechazo y la tolerancia, renació el primitivismo y la brujería, con lo que
reapareció el modelo extranatural de la enfermedad mental. En este
tiempo se destacaron algunos médicos árabes como Razés (865-925), conocido como
el "Galeno persa", quién se opuso a las explicaciones demonológicas
de las enfermedades.
EL RENACIMIENTO
El Renacimiento, que se originó tras la toma de Constantinopla por
los turcos, ofreció la promesa de un nuevo espíritu de humanismo y conocimiento, pero terminó por convertirse en uno de los
capítulos más nefastos en la historia de la psiquiatría. En 1486, los teólogos
alemanes Heinrich Kramer y Johann Sprenger, con el apoyo del
papa, publicaron el Malleus maleficarum (El martillo de las brujas), referente
a una conspiración contra el cristianismo, dando lugar a una cacería de brujas que condujo a
la muerte a miles de personas, la gran mayoría mujeres,
atribuyendo a la vez la causa de todas las enfermedades mentales al demonio. El
"tratamiento" prescrito para la enfermedad mental fue entonces la
tortura, aún si se llegaba a la muerte, y la cremación como un acto de piedad,
para "liberar el alma" del "desdichado".
En este periodo
acontecen también algunos hechos muy positivos, es así como ocurre la Primera
Revolución Psiquiátrica, consistente en la fundación del primer hospital
psiquiátrico del mundo, en Valencia en 1409, por el sacerdote Fray Juan Gilbert
Jofré. Luego desde 1412 a 1489 se fundaron en España cinco centros similares y en 1567 se formó el
primer centro mental en el Nuevo Mundo (México).
Paracelso (1493-1541) se opuso duramente a las creencias
médicas de su época. Rechazó la demonología, así también lo hizo Vives
(1492-1540), considerado como el padre de la psiquiatría moderna y primer
psiquiatra.
PSIQUIATRÍA BARROCA
Ocurren en este período grandes avances en
múltiples áreas de la medicina (Histología, fisiología, anatomía, etc), pero la psiquiatría no presentó grandes
cambios. Los pacientes psicóticos permanecían recluidos en asilos, pues se les
consideraba una especie de "alienados". Surgen aquí dos médicos
ingleses, Sydenham (1624-1689) y Willis (1621-1675), quienes
plantean que la histeria no sería una enfermedad del útero, sino del cerebro, y
que existe también la histeria masculina.
Como puente a la Ilustración puede considerarse la concepción animista o
vitalista del profesor alemán Stahl (1660-1734).
Aunque los enfermos mentales ya no eran quemados en
la hoguera, su suerte era aún lamentable durante la Ilustración. Si no eran
internados en los hospitales, vagaban solitarios, siendo objeto de desprecios,
burlas y maltratos. En 1656, un edicto en Francia estableció asilos para insanos, cuyos directores
estaban autorizados para detener personas indefinidamente, y en los cuales se
llegó a encerrar enfermos mentales junto con indigentes, huérfanos,
prostitutas, homosexuales, ancianos y enfermos crónicos, a lo que se sumaba que
debían soportar los inhumanos tratamientos: eméticos, purgantes, sangrías y
torturas.
Alrededor de 1800
comienza en Francia la Psiquiatría Científica, con la obra del médico y
reformador francés Philippe Pinel (1745-1826), quien plantea que no
deben construirse nuevas hipótesis sino limitarse a la observación y descripción de hechos. La contribución fundamental de
Pinel fue cambiar la actitud de la sociedad hacia los enfermos mentales para que sean
considerados como seres humanos merecedores de un tratamiento médico. A cargo
de la Bicêtre, liberó a los pacientes de sus cadenas en 1793; dos años después
hizo lo mismo en la Salpêtrière. Pinel llamó a su labor "tratamiento
moral", y muchos de sus principios conservan su valor hasta hoy. En su obra Tratado de la Insanía
(1801), clasificó las enfermedades mentales en cuatro tipos: manía, melancolía,
idiocia y demencia, explicando su origen por la herencia y las influencias ambientales. Con la obra de
Pinel y sus seguidores, como Esquirol, la psiquiatría se libera de las
interpretaciones demonológicas y se sustituye la especulación por la
observación empírica, originándose así la Segunda Revolución Psiquiátrica.
Esquirol (1782-1840), discípulo de Pinel, fue el psiquiatra
más influyente de esta época. Continuador de la terapia moral, consideraba al
asilo como el arma más poderosa contra la enfermedad mental, siendo autor de
una ley, en 1838, que estableció la construcción de un asilo en cada departamento de Francia. En su
libro Enfermedades mentales: un tratado de insanía
(1838), acuñó el término "alucinación", que diferenció de la ilusión.
Además, clasificó las insanías en "monomanía" (insanías parciales,
como la paranoia) y "manía general" (similar al delirium); a la
monomanía asociada con depresión la llamó "lipemanía". Inauguró el primer
curso de psiquiatría. Entre sus principales seguidores tenemos a Jean Pierre
Falret (1794-1870) y Jules Baillarger (1809-1890), que describieron
la "insanía circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours
(1804-1884), que fue el primero en describir un cuadro psicótico inducido por
una droga (el hashish).
El cirujano inglés James Braid (1795-1860) descubrió que los
estados de trance, como los inducidos por Mesmer, no son por magia ni magnetismo, sino por exceso de fatiga muscular debida a
prolongados periodos de concentración, acuñando el término
"hipnosis". Este procedimiento lo utilizó en cirugía para disminuir el dolor.
El neurólogo francés Jean Martin Charcot
(1825-1893). diferenció entre las pacientes con lesiones orgánicas y aquéllas
cuyos síntomas eran de origen psicológico o "histérico". Fue también
el primero en estudiar la función del trauma psicológico en el origen de la
histeria, suponiendo que los recuerdos traumáticos se almacenan en el
inconsciente, separados de la conciencia, y dan lugar a los síntomas físicos.
Otros autores importantes de esta época fueron:
Johann Reil (1759-1813), alemán, creador de la psicoterapia racional y fundador
de la primera revista psiquiátrica, fue también el primero en utilizar
la palabra "psiquiatría"; Benjamin Rush (1745-1813), reconocido como
el "padre de la psiquiatría norteamericana"; Joseph Adams
(1756-1818), inglés, sostuvo que se hereda la susceptibilidad a la enfermedad y
no la enfermedad en sí, con lo cual permitió pensar en prevención y curación;
Johann Christian Heinroth (1773-1843), alemán, el primero en utilizar el término
"psicosomático"; James Cowles Pritchard (1786-1848), inglés, dijo que
la actitud antisocial es una forma de enfermedad mental, describiendo lo que
luego se denominó psicopatía; Wilhem Griesinger (1817-1868), alemán, proclamó
que las enfermedades mentales son patologías cerebrales; Carl Wernicke
(1848-1905), alemán, seguidor de Griesinger, intentó localizar fenómenos
psiquiátricos en estructuras cerebrales; Walter Cooper Dendy (1794-1871),
inglés, introdujo el término "psicoterapia", al que definió como
prevención y remedio mediante influencia psíquica; John Conolly (1794-1866),
inglés, en su obra Tratamiento de la insanía sin restricciones mecánicas (1856)
insistió en la eliminación de los tratamientos coercitivos; Daniel Hack Tuke
(1827-1895), bisnieto de William Tuke, autor, junto con John Charles Bucknill
(1817-1895), del primer texto completo de psiquiatría.
En esta época es donde comienza la decadencia de la
psiquiatría francesa con la "teoría de la degeneración" de Morel
(1809-1873), quién en su Tratado de enfermedades mentales (1860) postuló que
algunas enfermedades mentales podían heredarse de padres con afecciones
similares y que la predisposición podía sufrir una activación lenta hasta
convertirse en una enfermedad debido a transmisión vertical repetida o bien a
una activación repentina por eventos externos como traumas sociales, alcoholismo o infecciones. Introdujo la denominación de
"demencia precoz" para referirse a la actual esquizofrenia.
Otros exponentes de esta teoría fueron: Valentin
Magnan (1835-1916), francés, uno de sus iniciadores; Richard von
Krafft-Ebing (1840-1902), alemán, en su obra Psicopatía sexual (1886)
describió varios casos de perversiones sexuales y los atribuyó a degeneración,
siendo considerado como el fundador de la sexología; Cesare Lombroso
(1836-1909), italiano, autor de El hombre delincuente (1876) y La mujer delincuente (1893), donde sostuvo que la
criminalidad representa un fenómeno biológico producto de la degeneración, identificable a partir de la
fisonomía, induciendo la creación de una escuela de antropología criminal, de donde se desarrolló la criminología.
A mediados del siglo XIX ocurre la Tercera
Revolución Psiquiátrica, con las concepciones de Kraepelin
(1856-1926): Hay que acercarse al lecho del enfermo y observarlo, y de Freud
(1856-1939) : Hay que escuchar al enfermo y comprenderlo. Así Kraepelin valoró
especialmente la investigación clínica, por sobre la
especulación teórica y la anatomía patológica, dando especial valor al estudio
del curso completo de la enfermedad. Y Freud, por su parte, descubre que el ser humano tiene
algo más que la mente conciente, creando en 1896 el "psicoanálisis" para referirse a su técnica de asociaciones
libres e interpretación de sueños con el propósito de traer a la conciencia los
recuerdos traumáticos del pasado almacenados en el inconsciente.
La psiquiatría alcanzó su máximo desarrollo durante el siglo XX, con las clasificaciones
internacionales, las diferentes psicoterapias y con la aparición de la
psicofarmacología.
EL SUIZO EUGEN BLEULER, en su libro
Demencia precoz o el grupo de las esquizofrenias (1911), afirmó que, como no
todos los casos de demencia precoz evolucionan hacia la demencia, era más
apropiado usar el término "esquizofrenia". Mencionó cuatro síntomas
fundamentales en esta enfermedad: autismo, ambivalencia y alteraciones en la asociación y
afectividad.
EL ALEMÁN KARL JASPERS (1883-1969) realizó un estudio fenomenológico
exhaustivo de la mente humana. Influyó notablemente en la psicopatología y en
la psicoterapia en general.
EL ALEMÁN ERNST KRETSCHMER (1888-1964) describió dos tipos corporales:
leptosómico y pícnico, los cuales vinculó con la esquizofrenia y la psicosis
maniaco-depresiva, respectivamente.
La figura dominante de la psiquiatría
norteamericana, ADOLF MEYER (1866-1950), desarrolló un concepto
psicobiológico de la psiquiatría, que integraba aspectos biológicos y
psicológicos en la génesis y tratamiento de los trastornos mentales. Autor de
Psicobiología: una ciencia del hombre (1957).
EL ALEMÁN KURT SCHNEIDER (1887-1967), autor de Psicopatología clínica
(1959), implementó los enfoques descriptivo y fenomenológico de Kraepelin y
Jaspers, respectivamente. Dividió los síntomas de la esquizofrenia en primarios
(conocidos ahora como schneiderianos) y secundarios.
ALFRED
ADLER
(1870-1937) fue el primer psicoanalista en diferenciarse de las ideas de Freud,
fundando la escuela de psicología individual. Acuñó las expresiones "estilo de vida" y "complejo de inferioridad".
En plena expansión
del psicoanálisis el ruso Pavlov
(1849-1936) en sus experimentos sobre conducta aprendida y no aprendida da origen al Conductismo o Psicología del Comportamiento, tras él destacan en ésta área Watson (1878-1958) y Skinner (1904-1990).
Se desarrollan también otro tipo de psicoterapias,
como es la psicoterapia centrada en el cliente de Carl
Rogers (1902-1987), donde responsabiliza al paciente por sus sentimientos
y evolución de su terapia; la terapia gestáltica de Fritz Perl (1893-1970) busca el alivio
terapéutico de una experiencia dolorosa para el tratamiento de la neurosis; el análisis transaccional de Eric Berne (1910-1970), que postula que los padres crean un
libreto de vida en la primera infancia que conforma e inhibe la vida del sujeto, por lo
que la terapia busca descifrar ese guión.
En la década de los 60, surge en Inglaterra la llamada antipsiquiatría
como movimiento social, teniendo como iniciadores a Ronald D. Laing (1927-1989), con su
obra El yo dividido (1960), y David G.
Cooper (1931), autor de Psiquiatría y antipsiquiatría (1967) y La muerte
de la familia (1971). Este movimiento cuestionó a la familia y al estado, convirtiendo a la enfermedad mental en un mito, un rótulo arbitrario utilizado para descalificar
a ciertas personas, siendo los psiquiatras instrumentos del poder opresivo. Con estas ideas, los antipsiquiatras
fundaron la institución Kingsley Hall (1965-1970), en donde los supuestos
enfermos podían realizar libremente sus "viajes" regresivos. En Italia, Franco
Basaglia (1924) influyó en la promulgación de la ley 180, que cerró los
hospitales psiquiátricos. Como todo movimiento de contracultura, la
antipsiquiatría tuvo una existencia efímera.
Otros tratamientos utilizados a lo largo del siglo
XX han sido: la inducción de malaria en pacientes con paresias generales, el
coma insolitico, el electrochoque, y la psicocirugía.
En el ámbito de la
Psicofarmacología, en 1952 los psiquiatras franceses Jean Delay (1907-1987) y Pierre
Deniker (1917-1998) demostraron las propiedades anti psicóticas de la
clorpromazina, que significó el primer tratamiento realmente efectivo contra la
esquizofrenia, por lo que se considera el año en que se produce la Cuarta Revolución Psiquiátrica. En los
siguientes años aparecieron nuevos antipsicóticos fenotiazínicos y de otros grupos. En 1960 se sintetizó la clozapina, el primero de
los denominados antipsicóticos atípicos. En 1957 el psiquiatra suizo Roland Kuhn (1912) y el psiquiatra
norteamericano Nathanial Kline
(1916-1983), demostraron respectivamente los efectos antidepresivos de la
imipramina (del grupo de los tricíclicos) y de la fenelzina (del grupo de los
inhibidores de la monoaminooxidasa). En 1987 se introdujo la fluoxetina, el
primer inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina. La aparición de
los psicofármacos ha significado la mayor revolución en el campo de la
psiquiatría, llegando a convertirse en parte imprescindible del tratamiento de
muchas enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia, los trastornos
afectivos mayores, el trastorno obsesivo-compulsivo y otros trastornos de
ansiedad. Actualmente existe una gran variedad de psicofármacos, buscándose
cada vez mayor eficacia y selectividad de acción, con menos efectos colaterales.
Al comenzar el siglo XX, sólo se conocían cinco
fármacos con propiedades sedantes: bromuro (introducido en 1853), hidrato de
cloral, paraldehído, uretano y sulfonal. La aparición del fenobarbital en 1912,
dio lugar a la síntesis de 2500 barbitúricos, de los cuales 50 se utilizaron
comercialmente. En 1957 se sintetizó el clordiazepóxido. Durante la década de
los '60, los barbitúricos fueron desplazados por las benzodiacepinas.
Fue en 1949 que el psiquiatra australiano John Cade (1912-1980) describió los
efectos del litio para el tratamiento de pacientes maniacos, Sin embargo,
debido a los temores que despertaba este elemento por su toxicidad, recién en
1970 la FDA aprobó su uso en los Estados Unidos.
COMENTARIO
La peculiaridad histórica más importante de la
Psiquiatría es el de ser la más joven de las ramas de la Medicina, ya que ha
sido la última de las especialidades médicas en ser aceptada como tal. A lo
largo de la historia las enfermedades mentales, al igual que el resto de las
enfermedades, pero en mayor medida que éstas, han sido terreno de la magia y la
religión, cuestionándose continuamente su condición misma de enfermedades, ya
sea atribuyéndoles un origen diabólico, en los tiempos antiguos, o un origen netamente
social en la mucho más reciente antipsiquiatría. Pero se ha avanzado bastante
desde entonces, tanto en el estudio de la parte biológica, genética, neurofisiológica, y epidemiológica de la
psiquiatría, como en la uniformización de criterios diagnósticos y de lenguaje en psiquiatría, considerándose una nueva
revolución actualmente en proceso.
LISTADO DE PSICOLOGOS
Y HOSPITALES PSIQUIATRICOS MAS
RECONOCIDOS
HOSPITAL GENERAL DE MASSACHUSSETS, 250
PSIQUIATRAS DE PRIMER NIVEL:
El servicio de Psiquiatría del Hospital General de Massachussets está considerado como el líder de los Estados Unidos. Ofrece una asistencia de alto nivel para todas las dolencias psiquiátricas, con un equipo de más de 250 médicos experimentados. Innovan en todos los campos de la moderna psiquiatría, en la neurociencia, la psicofarmacología y la psiquiatría geriátrica. Los hospitales más famosos de Estados Unidos tienen servicios psiquiátricos de primer nivel.
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HOSPITAL GENERAL DE VIENA, REFERENTE
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NEUROPSIQUIATRÍA A LA CARTA: Su departamento de
Psiquiatría y Psicología cubre todas las patologías neuropsiquiátricas, y tiene
planta de hospitalización, consultas externas y psicología clínica. Tiene una
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ESCRITOR: Psiquiatra, profesor de la
Universidad Complutense de Madrid, director del Instituto de Investigaciones
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jefatura de investigación de Ciempozuelos o la dirección de la Agencia
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MARÍA JESÚS ÁLAVA REYES, PSICÓLOGA
PARA TODOS: Renombrada
psicóloga con 30 años de experiencia. Autora de varios libros, algunos de gran
éxito como La inutilidad del sufrimiento. Su gabinete de psicología
atiende a pacientes de todas las edades por todo tipo de trastornos.
CONCLUSION
Tal como
plantea el modelo comunitario de atención a la salud mental, en todas las CCAA
existen equipos multidisciplinares para la atención a las personas con una
enfermedad mental. Se han implantado casi todos los recursos necesarios para
los diferentes niveles de atención, sin embargo, todos ellos son insuficientes
para las demandas de atención a la población.
Sobre todo, la atención a la población infanto-juvenil con problemas de salud mental, carece de varios dispositivos básicos. Específicamente los déficits se observan en el nivel de Hospitalización, tanto Breve como Parcial (Día).
Siguen existiendo unidades de hospitalización breve en hospitales psiquiátricos, en contra del principio básico de la Ley General de Sanidad.
Respecto a los dispositivos de rehabilitación, sobre todo se han desarrollado los centros de rehabilitación psicosocial. Sin embargo, aunque la Ley General de Sanidad, contempla la rehabilitación como una prestación sanitaria, en muchas CCAA los Centros de Rehabilitación no están gestionados directamente por las Consejerías de Salud. Esto implica que las prestaciones de este recurso asistencial serán totalmente diferentes de una CCAA a otra.
Hay una carencia notable de dispositivos o programas de integración laboral del enfermo mental y en la mayor parte de las CCAA que ofrecen esta prestación, suele proporcionarla Asociaciones de Familiares, ONGs, Servicios Sociales, etc. Sería necesario un compromiso claro entre Sanidad, Educación y Trabajo para poder implantar un sistema eficiente de integración laboral del enfermo mental.
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